De manteles largos se encuentra Alondra de la Parra, directora de orquesta mexicana quien presenta su más reciente trabajo elaborado en coordinación con el compositor Arturo Márquez.
El material auditivo es un trabajo dentro del marco del Festival Paax GNP, que se lleva a cabo en la Riviera Maya, y dijo que lo grabó junto con la Orquesta Imposible, proyecto que desarrolló durante las semanas de confinamiento a causa de la Covid-19, cuando las grandes ciudades se tuvieron que cerrar y se cancelaron conciertos y presentaciones. “Tengo la gran fortuna de adorar y disfrutar de mi profesión, y trabajo muy duro cada día para seguir aprendiendo, mejorando, explorando posibilidades artísticas. Sin embargo, sin la orquesta mi trabajo como directora es inútil, y en ese sentido me siento afortunada de todas las oportunidades que he tenido a lo largo de mi carrera profesional de trabajar con un amplísimo listado de orquestas. Para mí toda experiencia que he tenido con cada una de las orquestas con las que he tenido el honor de trabajar es única e inigualable, y procuro siempre extraer conocimientos, y en la medida de lo posible, compartir los míos”.
Se trata del disco Imposible, preparado como una sinfonía de manos del compositor también mexicano Arturo Márquez y publicado con Sony Music, inspirada en problemas actuales como el cambio climático o la violencia de género, pero también es un llamado a la reflexión sobre la posibilidad de un mundo mejor en momentos cuando la especie humana parece sumergirse en la violencia de la guerra y los extremismos.
Dentro de la conferencia de prensa digital Alondra comentó lo que necesitaría México para mejorar en su cultura musical. “Sin duda que México es un país lleno de posibilidades culturales y gran talento, que sin duda debemos fomentar. Este ha sido, y es, uno de los pilares fundamentales de mi carrera, desde mi trabajo como artista y también como Embajadora Cultural de México. Es necesario concientizar a la sociedad, y a las personas que nos representan tanto nacional como internacionalmente de todo lo que México puede aportar en este ámbito. Por mi parte, hago todo lo que está en mi mano por promover el talento nacional e internacionalizar todo lo que México aporta al mundo cultural”.
Alondra desde muy niña tuvo la fortuna de que sus padres la llevaban a muchos conciertos de todo tipo de música de ópera, sinfónica y popular. “En México tenemos las rancheras, escuchamos el merengue, la cumbia, el son, la salsa. Y escuchaba de todo, tenía una exposición a todo tipo de música, al son yucateco, al son veracruzano y también a toda la tradición de canciones yucatecas, porque mi familia, mis tías, abuelas y abuelos, cantaban todos, cantaban frente al piano, con la guitarra etcétera. Entonces, para mí la música era parte de la vida desde siempre y, al haberme metido a escuchar orquestas y al haber estado en muchos conciertos, me empecé a enamorar del repertorio sinfónico. La música de las orquestas me empezó a fascinar muy muy joven y como los 13 o 14 años empecé como profesional en la música y fue ahí cuando me empecé a aficionar a la música sinfónica”, señaló.
Alondra es una artista que ha dirigido más de 100 orquestas en 22 países, pero no es lo único que hace. “Soy artista que dirige orquestas, es lo que mejor sé hacer, dirigir orquestas, mi fuerte es la dirección, es lo que más hecho y me encanta serlo, pero no es lo único que soy, no me define”, finalizó.
Es a la vez impulsora de proyectos educativos para promover la formación de niños y jóvenes en un contexto musical y de inclusión social. “Creo que todos los que gozamos de tener la carrera artística profesional y vivir de esto, tenemos que estar siempre mirando hacia las siguientes generaciones y abriendo oportunidades a otras personas más jóvenes.