En una gran noche se dio el estreno del espectáculo del Circo Tihany, el cual continúa siendo fiel al despliegue del glamour de Broadway, del ilusionismo internacional y de un fino arte circense.

Ubicado a un costado de Plaza Patria y con una espectacular carpa que es visible desde cualquier lugar por sus colores y dimensiones, la cual brilló en su noche debut en tierras tapatías con el show, AbraKdabra, que celebra cinco décadas del espectáculo creado por Franz Czeisler Tihany.

Desde su ingreso se vive la magia con un gran vestíbulo y un admirable escenario similar al de un teatro, gran juego de luces, un gran telón donde la emoción de los asistentes, fue el preámbulo perfecto para una noche ideal.

El show comenzó con su tradicional tercera llamada en punto de las 20:35 horas, y los invitados ser testigos de la magia del Tihany, con la salida de varios payasos que provocaron sonrisas, posteriormente hicieron su aparición acróbatas con coloridos atuendos que desafiaron la gravedad y realizaron impactantes hazañas aéreas, volando desde dos péndulos que los impulsaban hasta una red.

Cada uno de sus actos están con una gran sincronía al pasar por el escenario, en donde todas las miradas están dirigidas, ya que no hubo tiempo en el que el respetable se distrajeran al aparecer un malabarista con gran habilidad en el manejó de pelotas hacía que hacen parecer su acto muy fácil, pero no, al tener y requerir de gran concentración.

Dentro de la magia, destacan varios actos pero uno de los pilares fuertes del espectáculo, además la desaparición de bailarinas, una moto, es la aparición de un helicóptero.  

Con un total de 12 actos con escenografías distintas, entre números individuales, magia e ilusionismo, Tihany ofrece un show circense que incorpora recursos tecnológicos que otorgan un gran relieve a cada uno de los números ofrecidos, además de una vistosa coreografía.

Sin duda que el Circo Tihany Spectacular da un contexto de gran espectáculo a partir de un set lumínico impresionante y un sonido que eleva un juego sonoro en el que golpes, caídas y pisadas logran una redundancia extrema en sintonía con lo que ocurre en el escenario.

La temporada de este espectáculo estará en Guadalajara hasta el próximo domingo 14 de mayo, la venta de boletos está disponible en las taquillas del circo o en la página de Arema.