Como es una tradición dentro de las películas animadas de Disney, y con Elio no será la excepción, y cautivará al público de todas las edades con la mirada puesta en las estrellas en una maravillosa y llena de imaginación.
Su combinación de impactante animación CGI, una narrativa magnífica y una atmósfera realista ofrece valiosas lecciones en varios frentes, aquí Pixar mantiene su capacidad para abordar temas serios con gran talento creativo, ya que la tragedia propicia un crecimiento reflexivo para personajes dispuestos a aprender y experimentar un cambio positivo.
Elio comienza con un recordatorio del gran salto de la humanidad hacia lo desconocido con el lanzamiento de la primera sonda Voyager, se escucha al gran Carl Sagan encapsulando nuestras esperanzas y sueños de un primer contacto con una explicación de la Voyager.

Posteriormente la escena luego cambia a un niño afligido que lucha con la muerte de sus padres, Elio Solis (Yonas Kibreab) se esconde debajo de una mesa de la cafetería mientras su tía Olga (Zoe Saldaña), mayor de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, intenta conectar con su afligido sobrino.
Elio corre al planetario y ve la belleza del espacio por primera vez, pero su tristeza se calma mientras sueña con mundos distantes y las posibles formas de vida que los habitan.
Tiempo después, la fascinación de Elio por todo lo extraterrestre se convirtió en la pesadilla de Olga, Elio usa radio de aficionado para enviar mensajes al espacio, mientras espera ser teletransportado a una playa cercana con su atuendo de astronauta.

Olga intenta disuadirlo, pero él malinterpreta sus consejos como molestia y falta de amor, pero esta falsa idea se refuerza cuando Olga decide enviar a Elio a un campamento de verano, pero no antes de que el travieso niño use las computadoras de su base de la Fuerza Espacial para responder a una señal desconocida del espacio profundo.
Elio lleva un parche en el ojo, un aspecto intrigante de la película que apareció en el tráiler inicial, el motivo se explica al principio del primer acto y añade mucha profundidad a su personaje.
El cual sin spoilers, sirve como recordatorio físico de su diferencia con los demás niños y juega un papel importante a medida que se desarrolla la trama, Elio necesita una abducción extraterrestre para encontrar un sentido de comunidad y aceptación, pero, como es habitual, todo sobre Elio es malinterpretado desde el principio.

El mérito es de los guionistas Julia Cho, Mark Hammer y Mike Jones por su concepto del Communiverso, una estación espacial donde embajadores de múltiples civilizaciones trabajan juntos para promover el conocimiento y la paz.
Los extraterrestres, todos distintos y gloriosamente raros, no se dan cuenta de que Elio es un niño y lo confunden con el líder de la Tierra, y estas escenas son divertidísimas y bastante imaginativas; cada especie alienígena parece extraña, pero tiene similitudes con criaturas terrestres como larvas o gusanos.
Elio, de forma hilarante, se convierte en su negociador jefe e inicia una serie de acontecimientos con resultados desastrosos, los cuales reflejan otras calamidades en la Tierra, ya que Olga también lidia con un problema singular sin comprender su origen.
Estos hilos finalmente se unen, con Elio en el centro de muchos problemas y resolverlos requerirá un poco de madurez y altruismo, mientras Elio asume el precio de sus acciones.
Aquí la comunicación entre hijos y padres es un tema central de la película, ya que Elio y otro personaje importante encuentran consuelo al poder hablar abiertamente sin ser juzgados.
Los niños no son robots que se puedan programar para actuar o comportarse como se desee, y son enigmas para los adultos que no tienen en cuenta sus necesidades y deseos.

Destaca en la cinta los efectos visuales y el diseño de producción de Elio son fantásticos en formato 3D, la película destaca por su contraste, y los vibrantes colores son como una bolsa de Skittles de arcoíris explotando en la pantalla.
Pixar tiene un historial de provocar lágrimas, y los espectadores podrían necesitar un pañuelo en el final, ya que Elio tiende al melodrama, pero afortunadamente no llega al nivel de llanto colectivo, pero la película predica las virtudes de la familia y la amistad, inspirando a una nueva generación de astronautas a continuar la esperanzadora visión de exploración de Carl Sagan.