Hoy en día los teléfonos inteligentes han cambiado para siempre la forma en que las personas se comunican, sin embargo, salvo algunas excepciones, su representación en pantalla todavía se limita a personajes que los usan únicamente para llamadas telefónicas y mensajes de texto.
Y esta nueva película Drop aprovecha una función relativamente infrautilizada de los teléfonos inteligentes y la amplifica para crear un nuevo y familiar tipo de thriller.
Dentro de la historia se conoce a Violet (Meghann Fahy) madre de un niño llamado, Toby (Jacob Robinson), y también viuda tras sobrevivir a un matrimonio abusivo, tras años de espera, por fin está lista para volver a las citas, y acepta conocer a Henry (Brandon Sklenar) en un restaurante elegante tras unos meses comunicándose solo con él a través de una app de citas.

Poco después de llegar al restaurante, empieza a recibir mensajes no solicitados que una persona anónima le envía a su teléfono usando una aplicación especial.
Lo que al principio parecen bromas inofensivas se convierte en algo muy serio, cuando Violet es chantajeada para hacer lo que la persona quiera bajo la amenaza de matar a Toby.
Con instrucciones de no confiar en nadie, ni siquiera en Henry, Violet tiene que enfrentarse sola a la amenaza.
La dirección corrió a cargo de Christopher Landon, quien muestra una película ingeniosa de intriga policial, convirtiéndola en un misterio de quién lo está haciendo.
El drama permanece en el misterio durante gran parte de la película, se emplean diferentes métodos para comunicar la ansiedad de Violet al público, y el primero y más importante es el zumbido de su teléfono, cada vez que suena se siente como una descarga eléctrica, y las reacciones de Violet transmiten la intensidad de la situación.

En lugar de mirar su teléfono, la película muestra los mensajes que la rodean, una magnífica representación visual de los muros metafóricos que se ciernen sobre Violet.
La estructura de la película exige una buena actuación principal, y Fahy, en su primer papel importante desde la segunda temporada de la serie The White Lotus.
Hace un trabajo excelente oscilando entre el terror absoluto y la simpatía habitual para mantener la ilusión de que Violet disfruta de la cita, Sklenar ofrece un rostro atractivo y una actitud lo suficientemente comprensiva como para que un personaje aguante a una cita distraída casi todo el tiempo.

La trama, la ejecución de las escenas en el restaurante y la actuación de quienes le dieron vida se combinan para crear una experiencia única.