Conocido por sus anchos ríos, profundas lagunas y por ser sede de la industria petrolera de México, este destino ofrece una fascinante variedad de atracciones culturales y de actividades al aire libre.
Algunos de los muchos atractivos que se establecen tierra adentro son impresionantes sitios arqueológicos, extensas plantaciones de cacao y pintorescas ciudades coloniales.
No hay que olvidar que Tabasco tiene altas temperaturas y los indicadores de precipitaciones más altos en todo México, uno de los lugares emblemáticos es Teotihuacán zona arqueológica más importantes de México de más de cuatro kilómetros de extensión.
Aquí caminara casi dos kilómetros por la Calzada de los Muertos, con un avance con el paso glorioso de un guerrero hacia el encuentro con sus dioses.
Con las pirámides del Sol y de la Luna, deje que corra por su cuerpo la fuerza y la energía de una civilización de miles de años, con la mirada puesta en la cima asciende por los 260 escalones que le llevaran hasta la cima de la Pirámide del Sol, puede parar en cada uno de los cinco descansos.
Cuando llegue a la cima tendrá la panorámica del paisaje tal como la tenían los guerreros, por su parte la imponente Pirámide de la Luna, con 242 escalones rumbo a la cima se celebraban las ceremonias a la diosa del agua Chalchiutlicue, y es un excelente mirador desde el que podrá disfrutar de una vista completa de la zona arqueológica.
En la parte gastronómica en Tabasco está lleno de sabores, colores y aromas intensos, teniendo como resultado el encuentro de dos mundos: el maya y el español.
Abrimos con el platillo Pejelagarto, este vertebrado de pinta prehistórica con cabeza de cocodrilo hay que probarlo asado, como lo preparan en Tabasco, en tamalitos o como parte de una ensalada.
Asimismo los Ostiones Ahumados un platillo típico de ostiones perfectamente ahumados con hierbas aromáticas.
Una de las bebidas que se buscan también es el Chocolate ya que en las tierras tabasqueñas se inventó la bebida caliente de chocolate que, según se cuenta, bebían los dioses, y que hoy día forma parte de la tradición culinaria de todo el país, y en donde otra bebida es el Liztle un aguardiente elaborado con caña, uva, durazno o pera.
Con el Balché una bebida que se produce con la corteza del árbol del mismo nombre, que se fermenta y endulza con miel o anís, otros platillos tradicionales son los ostiones al Tapesco, el pan de plátano, la tortilla de coco o el dulce de papaya con zapote.