En el primero de tres días la Dama de Negro volvió a recorrer las instalaciones del Teatro Galerías, en donde con una chispa de humor, sin olvidar el terror que ha impactado durante varios años la puesta en escena sacó gritos de miedo a los asistentes.
Esta es una pieza que se ajusta a la perfección la escasez de elementos escenográficos pero con la abundancia de efectos de sonido, fórmula que logra trasladar al espectador a la ciudad de Londres, las carretas el medio de movilidad y la niebla aún más espesa.
Sin duda que los protagonistas vuelven a probar la efectividad de su dúo, Ernesto D´Alessio y Odiseo Bichir, logran manejar los tiempos, las emociones y el clima a medida que la historia avanza.

Con un público ya expectante al escenario, se apagan las luces y aparece primero en escena el personaje de Arthur Kipps, un joven abogado que proyecta con esfuerzo un breve relato, con la idea de exorcizar un viejo fantasma vengativo.
Kipps busca contar su historia traumática a sus más allegados mediante una obra de teatro en la que él mismo protagonizará junto a su maestro, pero a medida que ensayan el abogado vuelve su actuación más fluida y el maestro encarna su rol y logra sentir en carne propia el terror que le provocó tal espectro a Kipps.
Es así como comienza la puesta en escena que tiene un toque de humor, para primero sacar unas cuantas sonrisas al público y luego un suspenso que culmina con escalofríos y gritos de miedo, algo que se ha logrado por 31 años en el teatro mexicano.

En la puesta se podrá ver a una mujer vestida de negro que deambula por la ciudad desde hace cinco décadas es el fantasma que atormenta al personaje y maldice a quien se le aparece.
Cabe destacar que durante la puesta en escena una mujer hace apariciones por diversos lugares del teatro, y asustar a los espectadores junto a sus protagonistas John Morris y Artur Kipps, quienes por retar la maldición viven hechos espantosos, pues sí la ves a los ojos traerá una tragedia relacionada con un niño de tu familia.