Estamos en vísperas de Navidad y quizás este pensando cómo decorar cada espacio de su casa para la celebración de Nochebuena; en esta ocasión presentamos algunos consejos sobre cómo puede adornar la mesa sobre la que se servirá la cena y también mostraremos algunos de los elementos que son tradicionales y que en muchos hogares no faltan.
Sobre los adornos, hay que colocarlos con prudencia y teniendo en cuenta no molestar ni incomunicar a los comensales, si va a decorar con centros de flores procure que no impidan la conversación, los candelabros y las velas son buenas opciones; recuerde que las velas deben estar siempre encendidas durante la cena.
Además hay elementos que han adquirido significado especial y que no faltan en algunas mesas; uno de ellos es el pan, pues es el alimento que en la religión católica representa el cuerpo de Jesús.
Otra de las cosas que es necesaria es el vino, no debe estar ausente en la cena navideña, ya que tiene la simbología de la sangre de Jesús, aunque si el presupuesto no alcanza o no le apetece el vino, puede sustituirlo con agua, a final de cuentas el objetivo es recordar que esta es una época de renovación espiritual y de fe.
También debe haber uvas y nueces, porque son representaciones de la abundancia, sin embargo, en caso de que tampoco el dinero le alcance para nutrir la mesa con ellas, las espigas de arroz y trigo pueden reemplazar la función de las primeras.
Las velas simbolizan la llama de la vida y representan la luz que alumbra la casa, los colores también juegan un papel importante en la armonía con el ambiente, y al respecto se recomienda usar velas de color amarillo para la suerte; el verde para la prosperidad; y el rojo para el amor dentro del seno familiar.
También a quienes aconsejan quemar incienso para alejar las tristezas, éstos son los elementos que según las costumbres de la gente no deben faltar en la mesa durante la cena de Navidad.
Sin duda que son varias las propuestas para decorar la mesa y de esta manera motivar la convivencia entre la familia, el ingrediente imprescindible para disfrutar la velada.