El restaurante Latitud 32, está ubicado en el corazón del Valle de Guadalupe, Baja California, fundado en 2013, se ha convertido en un referente de la cocina fusión Baja Yucatán, ofreciendo experiencias culinarias que combinan ingredientes de ambas penínsulas con técnicas innovadoras, y se encuentra dentro de la Vinícola El Cielo.
La Vinícola El Cielo, que en 2023 celebró su décimo aniversario, se localiza en Valle de Guadalupe en Ensenada, Baja California región vinícola más importante de México, el cual se construyó en el año de 2013 bajo la funcionalidad ecológica y la eficacia energética.
En 2015 recibió el reconocimiento otorgado por el Ayuntamiento de Ensenada cómo la Primera Empresa Eco Responsable, cuenta con 98 hectáreas plantadas y su misión es producir vinos mexicanos con las mejores uvas de la región utilizando procesos y prácticas asegurando la más alta calidad, con varietales como: Chardonnay, Sauvignon Blanc, Tempranillo, Sangiovese, Malbec, Merlot, Syrah, Zinfandel, Primitivo, Nebbiolo, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Grenache y Pinot Noir.
Y dentro de la Guía Michelin ha sido recomendado en su edición 2024, reconocimiento destaca al restaurante como uno de los destinos culinarios imprescindibles de la región.
El cual desde su apertura hace 10 años junto con la Vinícola El Cielo, Latitud 32 se ha dedicado a ofrecer una experiencia gastronómica única, fusionando los sabores auténticos de la cocina Baja Yucatán, este logro es un testimonio del compromiso y la pasión de nuestro equipo por brindar platos excepcionales y una experiencia culinaria inigualable.
El equipo de cocina ha desarrollado un menú innovador que celebra la riqueza de los ingredientes locales, combinándolos con técnicas tradicionales y modernas para crear platos que deleitan los sentidos.
Desde frescos mariscos del Pacífico hasta ingredientes endémicos de la península de Yucatán, cada plato es una obra maestra que refleja la diversidad y riqueza de la gastronomía mexicana.
Este reconocimiento de la Guía Michelin no solo honra al inmueble, sino que también resalta la creciente relevancia del Valle de Guadalupe como un destino gastronómico y enoturístico de clase mundial.