Dentro de la trama se conoce a Roy Freeman, quien en uno de sus intentos por recordar el pasado y recuperar su identidad, con el fin de esclarecer un asesinato, la actuación de Russell Crowe, con la dirección de Adam Cooper entregan una interpretación profundamente emotiva del ex detective, sumergiendo en un viaje emocional a través de sus turbias memorias y desesperados esfuerzos por encontrar la verdad.

La película es totalmente una historia ficticia, no sólo explora el enigma del crimen, sino que también muestra un poco sobre la brutalidad policial y cuestiona el sistema judicial de Estados Unidos.

De igual forma Recuerdos Mortales visibiliza y da una mirada profunda a la enfermedad del Alzheimer, con sus estragos y complejidades que esta condición conlleva a través del personaje de Roy Freeman.

Karen Gillian, quien co-protagoniza la película, interpreta un papel central para resolver el misterio del asesinato, lo que le va bien al desarrollo de la trama, la narrativa se despliega como una historia dentro de otra, a manera de caja china, con múltiples puntos de vista convergiendo en la búsqueda del culpable o los culpables.

Aunque la trama podría parecer un tanto predecible para algunos, el suspenso y la intriga permanecen constantes, manteniendo la expectativa hasta el último momento, pero aquí destacan las actuaciones, que transmiten las emociones complejas que otorga el filme.