A 500 kilómetros de Miami y 175 de Orlando, los dos destinos turísticos más visitados de Florida, se encuentra San Agustín, la ciudad más antigua de Estados Unidos y miembro de la denominada Florida Historic Coast.
Y donde sus raíces latinas son una evidencia en las calles, que mantienen en el nomenclátor nombres como Costa Brava, Avilés, Cádiz, Córdova o Granada y donde predominan sus casas de estilo colonial que conservan escudos con apellidos muy comunes como: Álvarez, Rodríguez o González.
Al noreste de Florida, se encuentra la histórica ciudad de St. Augustine, fundada en 1565, y alberga edificios históricos centenarios y arquitectura colonial española.
Uno de los edificios más importantes históricamente en San Agustín es el Castillo de San Marcos, un fuerte español construido entre 1672 y 1695 que ha sido un jugador clave en la era colonial de guerras y luchas mientras los países de todo el mundo luchaban por el Nuevo Mundo.
El Castillo de San Marcos, ubicado a orillas de la bahía, es una fortaleza única de estilo bastión que ha servido como un puesto militar desde 1672, construido a partir de y piedra semi rara compuesta de conchas de mariscos muertos (llamada coquina), el Castillo se erige hoy como la única estructura militar del siglo XVII en la nación, también es la fortaleza de mampostería más antigua de los Estados Unidos.
Aunque ha sido ocupado por varias culturas, específicamente los españoles, británicos y los Estados Unidos, El Castillo nunca ha sido conquistado en todos los años de su operación.
Muchos creen que sus paredes de piedra suave y porosa han contribuido a esta fortaleza de larga duración a diferencia de otras piedras, coquina tiene una naturaleza compresible, absorbiendo las explosiones de los cañones de proyectiles en lugar de desviarse, como resultado, las municiones se atascan en los muros de la fortaleza en lugar de explotar en pedazos.
La otra característica importante es su diseño en forma de estrella, siguiendo el modelo del sistema de bastión, un diseño militar italiano del siglo XV, el Castillo fue construido para resistir las cambiantes tecnologías de la Nueva Guerra Mundial.
El castillo fue erigido por Pedro Méndez de Avilés, militar y marino nacido en una familia pudiente de esa localidad asturiana y después del saqueo por parte del pirata Robert Searle, se envió a la ciudad al ingeniero cubano Ignacio Daza, que diseñó el foso alrededor de la planta base y colocó un baluarte en cada uno de los ángulos de esa imaginaria estrella de planta cuadrada sobre la que se levanta el castillo.