De manufactura francesa llega a cartelera esta espeluznante propuesta, galardonada en Sitges con una mención especial, Arácnidos del director Sébastien Vanicek, que podrá los pelos de punta o provocar picores mientras la mira.

Así se presenta la producción francesa que se ha paseado por diversos festivales, como Sitges o el Fantastic Fest, causando sensación entre el público debido a sus muy especiales protagonistas, un nutrido grupo de arañas venenosas que toman un edificio causando pánico, angustia y muerte a sus desprevenidos inquilinos.

Sébastien Vanicek, debutante en el largometraje después de haber realizado varios cortos, y entre las comparaciones no han faltado las semejanzas con Rec de Jaume Balagueró y Paco Plaza, por la plaga y un edificio en cuarentena, o Alien por la claustrofóbica oscuridad, la amenaza de una especie dañina o las telarañas similares.

La historia gira en torno a Kaleb, quien se encuentra en el momento más delicado de su vida, y más solo que nunca después de una disputa con su hermana por un asunto de herencia y también por haber cortado el contacto con su mejor amigo.

Y visto que está a punto de cumplir los 30 años, decide autoregalarse una mascota, y al ser apasionado de los animales exóticos, elige una araña venenosa que se lleva a su hogar, un modesto piso de un edificio de la periferia de París.

Sin embargo, habrá unos cuantos problemillas, ya que el bicho se escapará accidentalmente, segundo, que empezará a reproducirse rápidamente y, tercero, que también es capaz de aumentar de tamaño en muy poco tiempo.

El guion ha sido escrito por el propio Vanicek, basándose en una idea original suya, junto a Florent Bernard, con un reparto sin estrellas pero solvente.