Este primero de febrero se celebra a Santa Brígida, patrona de Irlanda, cuya festividad simboliza el comienzo de la primavera en la isla esmeralda, Santa feminista y diosa, Brígida une la ancestral tradición celta con la católica para representar el nacimiento de una nueva vida y el espíritu de lucha de la mujer irlandesa.
Santa Brígida o Imbolc según la tradición celta marca el comienzo de una temporada repleta de festivales y celebraciones que se extienden de norte a sur de la isla, período en donde el paisaje se transforma en una exquisita paleta de verdes y colores, creando un entorno perfecto para visitar Irlanda.
Santa Brígida de Kildare, contemporánea de San Patricio y más joven que él, está ganando seguidores en forma constante y discreta, en Irlanda y en el extranjero.
Los devotos consideran que Brígida, y la antigua diosa irlandesa con la que comparte el nombre y los atributos, son emblemáticas de la espiritualidad y el fortalecimiento femeninos.
Se le considera alguien que encarna el fortalecimiento de las mujeres, el cuidado del medio ambiente y la pacificación en una Irlanda que está despojándose cada vez más de las formas tradicionales del catolicismo.
Se dice que el padre de Brígida era un rey y su madre una esclava. Probablemente la santa recibió el nombre de la diosa venerada por los irlandeses antiguos y otros celtas.
Las leyendas vinculan a Santa Brígida con las curaciones, la fertilidad, el cuidado por las cosas vivas y la pacificación, ella viajó, predicó y realizó curaciones.