Desde muy temprano se dieron las filas alrededor del estadio 3 de marzo en Zapopan, donde una marea de corbatas rojas iluminó la ciudad con RBD reviviendo sus éxitos en el estadio durante su primera fecha.

Tras conquistar el mundo apoderándose de las pantallas, de portadas de revistas, y sobre todo del corazón de sus fans, Anahí, Dulce María, Maite Perroni, Christian Chávez y Christopher Uckermann regresaron a tierras tapatías con su Soy Rebelde Tour con un imponente sold out de 22 mil personas en el 3 de marzo, durante la que fue la primera de sus dos fechas en la ciudad.

El fenómeno era palpable, basto echar un vistazo a los alrededores del recinto para entender la magnitud de la agrupación pop que marcó a toda una generación.

La atmósfera rebelde comenzó a edificarse desde horas antes del inicio del show, los sacos rojos parecían ser el código de vestimenta, mientras que las icónicas estrellas en la frente brillaban por doquier.

La euforia contenida durante los meses de espera aguardaba ansiosa para salir corriendo y estallar en coros interpretando aquellos temas insignia de la agrupación.

Un poco antes de las 20:00 horas el sueño se hizo realidad, bajando desde una plataforma que colgaba del techo, los integrantes daban el banderazo a la velada con Tras de Mí sonando por lo alto.

Tras 15 años de espera, los rebeldes por fin pudieron disfrutar de este encuentro tan deseado no solamente por ellos, sino también por sus mismos ídolos que con los sentimientos a flor de piel saludaron a todos y dedicaron algunas emotivas palabras.

La continuó con temas como Aún hay algo, Otro día que va, Así soy yo, Cuando el amor se acaba, entre otros que no dejaron que los coros cesaran en ningún momento.

Y como el repertorio del grupo es amplio, también se gozó de algunos medleys que hicieron que el público pudiera escuchar el mayor número de éxitos posible.

La música y baile no fue lo único que brilló, pues a lo largo de la noche los integrantes lucieron múltiples vestuarios que hacían juego con sus canciones, dejando claro que el estilo es algo que RBD jamás perderá.

El ambiente en el estadio era de vivacidad total, pero no solo se trataba de la emoción de aquellos que hace casi dos décadas disfrutaron de la exitosa telenovela, sino de cómo lograron hacer que la música de RBD trascendiera y llegara a nuevas generaciones con fuerza, pues entre el público se podía ver a niños pequeños entonando con fuerza y sentimiento cada una de las canciones del show.

Todo el mundo tenía su canción favorita, pero sin duda algunas de las más coreadas fueron Celestial, Ser o Parecer, Este corazón, las que engalanaron la recta final.

Tras dos horas de show llegó el momento de dejar caer una dosis de melancolía con un medley de baladas que bañó de emotividad a todo el recinto, para posteriormente continuar con las cartas fuertes de la noche, aquellos éxitos que marcaron la historia de RBD para siempre.

Solo Quédate en Silencio se escuchó a una sola voz haciendo cimbrar el recinto, acto seguido todo el mundo alzó sus sombreros rosas para dar pie a otro emblema.

Sálvame, fue aquí donde Anahí se encargó de erizar la piel de todos en lo que fue uno de los momentos más memorables de la noche, con Nuestro Amor se reavivó la energía de forma fenomenal para abrir paso a un cierre explosivo, después de unos minutos de encore, Anahí, Dulce María, Christopher, Maite y Christian regresaron portando con orgullo el uniforme de la icónica Elite Way School para revivir con fuerza la rebeldía adolescente al ritmo del tema principal de la telenovela, Rebelde.

Lo que se vivía en el estadio era impresionante, todas entonando con fuerza una canción que marcó la historia del pop en español y convirtió en leyenda a una agrupación.

RBD continuará con una fecha más en Guadalajara este 27 de noviembre, en el Estadio Tres de Marzo ya con localidades agotadas.