Guadalajara volvió a vivir de un gran concierto en las instalaciones del estadio akron, el cual fue testigo de una noche musical con la presentación de The Weeknd, quien cumplió lo que ya había anunciado para su After Hours til Dawn Tour.

Así Abel Tesfaye, mejor conocido como The Weeknd, arribo al recinto en donde los asistentes vieron a su llegada un misterioso escenario el cual posteriormente llenaría de ambiente y desafiaría la realidad.

Y en punto de las 21:15 horas, las luces del estadio se apagan, al centro se alzaba la enorme estatua futurista del ilustrador japonés Sorayama, y frente a esta una llamativa luna llena que daba a la atmósfera un toque surrealista, al fondo se encontraban estructuras representando a una ciudad repleta de edificios, mientras que las lámparas adornaban de lado a lado las tarimas esperando su momento estelar.

Como si se adentrara a un nuevo mundo, a una nueva nación, las bailarinas hicieron acto de presencia emergiendo lentamente del escenario en conjunto y sonorizadas místicamente; todas en fila, uniformadas, perfectamente sincronizadas.

La imponente estatua se vio rodeada no solo de las bailarinas, sino también de la euforia de la gente que con ansias esperaba el momento de ver salir a su ídolo al escenario.

Voces eufóricas, humo, reverencias con una introducción fue espectacular de pronto todo estalló en locura total; el ritmo de la música cambió, la vibración llegó a lo más alto y The Weeknd apareció en medio de la ciudad ficticia desatando los gritos de todo el estadio presenciado por 60 mil personas.

Su vestimenta iba perfectamente acorde a la atmósfera ya creada, Weeknd, portaba una máscara futurista con un visor con iluminación, un brazo robótico y una mística capa que cubría su cuerpo mientras daba el banderazo con Party Monster.

The Weeknd continuó la recta inicial del show con temas como Take My Breath, Sacrifice, Lost in the fire y Hurricane, para posteriormente sorprender con columnas de fuego al sonar de The Hills.

Más tarde llegó una de las favoritas del público, Starboy, que provocó una serie de gritos emocionados que no dudaron ni un segundo en unir sus voces con la de Abel, posteriormente al sonar House of Balloons, haciendo referencia a su nombre y el cantante de 33 años transporto a los espectadores a un mundo donde la música y la imaginación se entrelazaban.

Ya transcurrida la primera mitad de la noche The Weeknd llegó a uno de los momentos más esperados, donde se desprendió de su máscara futurista para dejar ver su rostro ante la mirada de todos y aplaudir el momento.

El show continuo con los temas Low Life, Reminder y Faith sonaron con fuerza para luego abrir paso al tema que le da nombre al tour; After Hours, otras canción que formaron parte de este segmento envuelto en emociones mientras la luna flotante cambiaba sus tonos canción tras canción; Feel it coming, Die for you, Is There Someone Else, I Was Never There.

Cabe destacar que Weeknd estuvo acompañado por un grupo de bailarines, vestidos con capas blancas, y el canadiense deslumbró con su música, logrando una conexión con el público poniéndolos a bailar, cantar y alzar las pulseras luminosas que recibieron en la entrada.

Al llegar al tema Save Your Tears fue una de las canciones más coreadas de la noche, pero Blinding Lights elevó todo a un nivel inimaginable provocando brincos y pasos de baile por todo el lugar, en medio de una fiesta que se vivía en ese momento.

Continuaron los temas Creepin, Popular e In your eyes marcaban el paso del final en medio de una algarabía poderosa y finalmente con Moth to a Flame el músico se despidió de su público dejando a su paso una estela brillosa de lo que fue una de las noches más memorables de sus fanáticos que se dieron cita en el estadio akron y dejando claro que The Weeknd hace con sus shows magia pura.