El dinamismo, el movimiento y los personajes de lugares lejanos pueden ser apreciados desde distintas perspectivas y, ante los ojos de Francisco Medina Robles, se transforman en composiciones abstractas que reviven cada uno de esos sitios y protagonistas en La vida del Color, la nueva exposición del MUSA Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara.
Con la curaduría de Moisés Schiaffino y el apoyo de la University of Guadalajara Foundation USA y el Legado Grodman, la exhibición con las obras de este maestro, quien fue mentor de un gran número de alumnos que han estudiado en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), se materializa a través de cuadros que ahora son ventanas hacia lo que él un día admiró de cerca.
Durante la inauguración de la exposición, la maestra Maribel Arteaga Garibay, directora del MUSA, destacó la obra y labor del artista. “El encanto de la magia de este hechicero no está ligado con una dimensión metafísica. Su poder proviene de algo más cercano y terrenal, algo que la velocidad de lo moderno nos arrebató: la capacidad de asombrarnos con la belleza de lo cotidiano y con el misterio de lo ancestral”, mencionó.
“Desde la solemnidad de una ruina añosa hasta la caprichosa silueta de un paisaje rocoso, sus trazos dan sustento a pinturas trabajadas como si fueran los enlucidos de una construcción. Poseen cualidades casi tangibles que les conceden un aspecto ricamente texturizado y provisto de claroscuros. Además, no dejan de lado su condición como testimonios del carácter experimental y vanguardista de su autor”, agregó.
Las piezas del arquitecto de formación y pintor por convicción, muestran paisajes con sembradíos, rocas, vacíos y figuras humanas para nada estáticos, sino como parte de un todo al que pertenecen y en el que desempeñan algún papel y actividad correspondientes.
Como un extra, Medina Robles prefirió que en esta ocasión su trabajo sea mostrado sin cédulas, para que cada visitante realice su propia interpretación de lo que ve, sin alguna guía de por medio que afecte a la percepción o evocación de elementos.
En cualquiera de las facetas desarrolladas por el creador nacido en Jalisco, hay un factor en común: el fuerte lazo que lo une a su alma mater, dado que ha estado vinculado con el diseño de varios inmuebles de la infraestructura universitaria.
Comparte que por esto siente una gran emoción por exponer en un espacio tan emblemático de la propia institución, como es el MUSA, lo que convierte en particularmente especial la oportunidad de mostrar La Vida del Color.
Esta exposición estará abierta al público del 10 de marzo al 18 de junio en las salas 11, 12, 13 y 14, de la planta alta del MUSA.