Sin duda que Guadalajara vivió dos grandes noches musicales junto Carlos Rivera, y quien destacó que esta ciudad siempre le ha traído suerte y nunca lo defrauda.
Y en su segunda presentación ante el público tapatío Rivera apareció en el escenario en punto de las 21:26 horas, ante un Auditorio Telmex completamente lleno, con su gira denominada A Todas Partes, y que da nombre a su primer sencillo de lo que será su próxima producción discográfica, con una canción que refleja el trabajo de Carlos Rivera como compositor, faceta que se ha nutrido de vivencias y casi dos décadas de trayectoria. “Es una canción que habla de nuestra realidad. Hoy todos nos tomamos fotos, pero ¿a dónde van todas esas fotos? En el mejor de los casos se suben a Instagram, pero aun así, pocas veces regresamos a ellas. Es una canción inspiradora, una historia de amor donde ellos sueñan con construir juntos un hogar, con paredes lo suficientemente grandes para colgar todas esas fotos del viaje de su vida. De un viaje a todas partes”, comentó Rivera.
El recinto se fue llenando cada vez más, refrescos, papas, cervezas iban y venían entre manos de unos y otros, y cuando las luces se apagaron por completo y los gritos ensordecieron a todos los presentes, las pantallas se encendieron para transmitir un video en donde Carlos Rivera hace de piloto de un avión que aterriza y retumba en el recinto y un grupo de bailarines salió al escenario con barras luminosas para hacer sentir en plena pista de aeropuerto, mientras tanto, una voz en el sonido del Auditorio Telmex anunciaba la llegada del vuelo con destino a todas partes y pedía abordar.
Con un gran juego de luces la cuales comenzaron a bailar junto con los bailarines, iluminando el escenario conformado por varios niveles conectados por escaleras, cuando en el nivel más alto apareció la figura esperada de la noche, a la que tras un buenas noches Jalisco y dar inicio Carlos Rivera a su primera canción Un viaje a todas partes.
Envuelto en un traje negro Rivera salió al escenario y el cual fue centro principal de todo tipo de piropos y suspiros por parte de los presentes, en su mayoría mujeres.
Con un repertorio de 32 canciones, más de cinco cambios de vestuario y un gran ambiente, Carlos hizo disfrutar a los presentes durante casi 3 horas, en las cuales demostró que el talento sigue siendo parte de él.
Dentro el repertorio destacan los temas, Escapémonos, 100 años, Todavía no te olvido, Ya no vives en mí y Recuérdame, en donde no podía faltar una foto de su padre, quien falleció el año pasado, fueron las que conformaron el primer bloque.
El cantante dentro de sus cambios de vestuario en uno de ellos regreso con una playera blanca, jeans claros y pies descalzos, en donde el grito de la audiencia sabía lo que pasaría y prepararon los pañuelos cuando comenzaron las primeras notas de Si te vas, canción sumamente sentimental que hace llorar a más de uno, incluido el mismo Carlos en sus primeros conciertos en solitario, y durante su discurso, habló de que recientemente cumplía 19 años de haber iniciado su aventura en los escenarios nacionales con La Academia, y agradeció a todos aquellos los que lo han seguido.
Cabe destacar que con el tema La Carta trajo uno de los momentos más emocionantes de la noche, ya que varios decidieron aprovechar la canción para proponerle matrimonio a su pareja y hacer un júbilo cuando todos dieron el sí, y Carlos felicitar a los futuros esposos, y así continuo la noche y pasar a Sólo tú, durante la que las parejas se proyectaban en la Kiss Cam y recibían una ovación del público por cada muestra de afecto reflejada.
Las baladas melancólicas, del tlaxcalteca continuaron en su viaje llevando al público a disfrutar de las melodías La luna del cielo, Él hubiera no existe, Sería más fácil, Digan lo que digan y Que lo nuestro se quede nuestro, estos últimos provocaron sonrisas y llanto por igual, en donde Carlos comento que había temas que había compuesto para mandar a esas personas indeseables al carajo.
Posteriormente tocó el turno de Alguien me espera en Madrid, Deja amarte y Regrésame mi corazón, con las que el cantante inspiraba a todos a permanecer de pie y bailar, o al menos intentarlo, al mismo ritmo que él, sin embargo, muchas preferían permanecer de pie y sólo observar las coreografías, especialmente cuando comenzó a bailar flamenco con una de sus bailarinas.
Dentro del repertorio Carlos también incluyo los temas: Siempre estaré aquí, Gracias a ti, Empieza por mi boca, Sígueme, Cielo azul y Sincerándome, antes de que los bailarines en vestuario completamente blanco se apoderaran del escenario con ritmos brasileños, mientras Carlos elegía el nuevo vestuario que consistió en una playera blanca y un pants dorado.
Con Bendita tu vida nuevamente llegó el momento de bailar, brincar y admirar las coreografías y los movimientos, de todos sus bailarines, con Sígueme y Cielo azul, Carlos invitó, a varias fans para compartir el escenario, realizar la coreografía y acompañar en el coro, para finalizar con la respectiva foto del recuerdo.
La fiesta continuo con Amo mi locura, Perdiendo la cabeza y Lo digo fueron las que cerraron el bloque y momentos después, llegaría el momento más íntimo de la noche, si es que es posible denominarlo así, pues Carlos regresó al escenario vestido con una playera de seda negra desabotonada y pantalón negro, levantando de nueva cuenta los suspiros de los asistentes.
Carlos Rivera estuvo arropado por 7 músicos, 8 bailarines y una gran producción visual en donde detalla una gran pantalla tipo cine en donde Carlos llevo a los asistentes a cada uno de los lugares más emblemáticos del mundo y ofrecer un poco de su historia por los casi 19 años de carrera musical.